miércoles, 25 de mayo de 2011

Tarea 11 b

LECTURA: HISTORIA Y METODOLOGIA Y ESTUDIO DE CASO: EL COLEGIO MADRID.

La enseñanza de la Historia enfrenta una serie de problemas que tienen que ser superadas por el profesor del grupo: las propuestas curriculares se encuentran alejadas de la realidad y el tiempo de clases debe ser aprovechado al máximo frente a los contenidos. Los desafíos son variados y complejos, por ejemplo, la selección de materiales significativos, el tiempo dedicado por los estudiantes y el desconocimiento de los objetivos de los planes y programas por parte del maestro.
La autora comenta que los historiadores y científicos sociales son los que elaboran los textos que se utilizan en la escuela primaria, sin embargo ellos no están a cargo de la enseñanza. Lo cual genera que no se logre concretar una conciencia histórica en los alumnos.
Enseñar Historia no es una simple transmisión ininterrumpida de conocimientos, implica enseñar a aprender históricamente, a analizar los datos desde una perspectiva dialéctica y reflexionar ente el presente y el futuro. Desafortunadamente en nuestras aulas los niños solo memorizan (en el mejor de los casos) los contenidos.
Es por ello que Lamoneda señala que replantear la enseñanza de la historia en la educación básica requiere desarrollar un marco teórico y una nueva metodología.[1]
confinar la historia a un neto estudio del pasado, se traduce en negar la posibilidad de explicarnos, de manera mas rica, mas densa, compleja y con más perspectiva temporal, los distintos sucesos de nuestro más actual presente. En consecuencia, La historia se presenta hoy, lo mismo que ayer, no sólo como un fruto de las circunstancias más contemporáneas, sino también como una importante arma del presente. un conocimiento que nunca es neutral o inocente y que, en nuestro siglo, lo mismo que en los siglos anteriores, continua sirviendo para los más diversos usos o funciones y padeciendo también los más diferentes abusos, por parte de sus practicantes, de sus productores, lo mismo que de sus difusores y consumidores.
La historia tiene un fin educativo, al facilitar la comprensión del presente, al despertar el interés por el pasado, el potenciar en los niños un sentido de identidad, al contribuir al conocimiento y comprensión de otros países y culturas del mundo de hoy e introducir a los alumnos en el conocimiento y dominio de una metodología rigurosa propia de los historiadores, lo que supone el entrenamiento en la capacidad de análisis, inferencia, formulación de hipótesis. Es decir es una disciplina para la formación de ideas sobre los procesos humanos, lo que permite la formulación de opiniones y análisis sobre las cosas mucho más estricta y racional. Es decir el propósito fundamental de la enseñanza de la historia es que los alumnos logren construir significados y sentidos.
La autora muestra un ejemplo palpable con su estudio de caso del colegio Madrid, de lo que seria la reelaboración de planes y programas de estudio, introduciendo elementos de reflexión y análisis, haciendo posible con esto la recuperación de historias regionales.
Señala Lamoneda que como científicos sociales y como docentes investigadores de educación básica debemos hacer un esfuerzo por captar y comprender todos los elementos que actúan dentro de la enseñanza y formación en los primeros años de escolaridad y por participar activa, cotidianamente en ese proceso a través de diversos caminos.
Enseñar la Historia no pretende necesariamente la memorización de nombres, fechas o instituciones del pasado, sino ayudar a interpretarlos y ubicarlos en un tiempo y espacio determinados, mediante estrategias de enseñanza, No se trata solamente  de que el alumno memorice sepa el día en el que se descubrió América, ni el natalicio de  Benito Juárez, sino el cambio que se realizó, por qué fue tan importante ese personaje o acontecimiento para formar parte de la historia de México.
Para ello, es importante que los profesores utilicemos estrategias alternativas y diversos recursos didácticos concretos para mejorar la calidad de nuestra enseñanza en la materia de manera que en el aula no sólo  promuevan el conocimiento, sino que lleven concretamente a los alumnos hacia una postura en que ellos sean capaces de realizar una interpretación personal y crítica sobre los temas históricos, todo ello tomando en cuenta sus conocimientos previos, sus habilidades y destrezas.
El alumno puede encontrarse con la dificultad para darle el valor y la importancia que tiene el conocer la materia, pero los docentes también tenemos que reconocer esa dificultad que enfrentamos al enseñar historia y los obstáculos que debemos superar para que el alumno la asimile sin que le parezca una árida cronología de acontecimientos y personajes.
Debemos reconocer los propósitos de la enseñanza de la historia en la escuela primaria, su complejidad creciente a lo largo de los seis grados y, en particular, distinguir que aquéllos, además de la adquisición de conocimientos básicos sobre la historia de México o del mundo, incluyen la formación de habilidades intelectuales, actitudes y valores en los alumnos.


[1] LAMONEDA, Mireya. “Historia y metodología” y “Estudio de caso: El Colegio Madrid”, en: Antología Básica. Historia regional, formación docente y educación básica en… México, DF. Corporación mexicana de impresión, S.A. de C.V. 1996. pp 294-307.

Tarea 11 a

Tema 3 La organización de contenidos para la enseñanza de lo regional en preescolar y primaria.

LECTURA: CIENCIAS SOCIALES Y SU DIDACTICA.

En esta lectura se considero pertinente exponer el programa de la materia “Ciencias sociales y su didáctica”, del Plan de Estudios de Educación Normal, 1975. Esto con el fin de ubicar las características de la propuesta que oficialmente se hizo en las Escuelas Normales para el manejo didáctico de los contenidos de Ciencias Sociales en la década de los 70.[1]
En el actual contexto político, social y educacional, es atribuida de manera muy sencilla a la enseñanza de las Ciencias Sociales, la responsabilidad de formar los ciudadanos que, entre otras características sean capaces de comprender la Historia del país y del mundo, como un conjunto de múltiples memorias y de experiencias humanas.
El desarrollo de la enseñanza de las Ciencias Sociales en las escuelas, debe basarse en la búsqueda de una mejor comprensión de la realidad presente, que no se debe limitar sólo a una nueva estructuración del currículo, y sí emplear una reflexión más profunda al respecto de esta, con su finalidad y objetivo, definiéndose la importancia de sus clases; es sobre todo, presentar una razón que supere meramente el cumplimiento del currículo escolar, mas que incluya la definición de cómo, por qué, para qué, y a quién enseñar esta disciplina.
Lo que da significado a las Ciencias Sociales, son las relaciones existentes en lo cotidiano: las relaciones de poder explícitas o no, las resistencias, las diversidades culturales y la percepción de múltiples temporalidades expresas en cambios y permanencias, la búsqueda de la construcción de la identidad de los sujetos, de la construcción de la Historia local con la regional, la nacional con la mundial. Es el conocimiento histórico,  desarrollándose sobre la presión de la propia Historia.
La enseñanza de las ciencias sociales constituye una compleja tarea, ya que exige a la didáctica la resolución sistemática de una serie de problemas que, si bien son comunes a la enseñanza de todas las disciplinas, en caso de las ciencias sociales se perciben con mayor agudeza y evidencia en razón de la problemática propia de los contenidos con los que debe trabajar.
Las nociones que se enseñan en la escuela no son iguales a los que se producen en el área de la ciencia, las que utilizan los historiadores, los geógrafos, etc., sino que los contenidos de la enseñanza resultan de la transposición didáctica, es decir que se ha ido transformando ese conocimiento científico en un conocimiento adecuado a la comprensión de los alumnos (objeto de enseñanza).
En este proceso de transformación no debe perder de vista el marco teórico metodológico del docente, la actitud del maestro debe convertirse en un replanteo de las prácticas, donde debe ordenar objetivos, métodos y competencias a modo de posibilitar que los contenidos sean aprendidos por los alumnos.
En la enseñanza tradicional de las ciencias sociales, la labor docente se reducía a nociones definidas y establecidas según criterios casuales, como la cronología y la distancia espacial, segmentado por las fechas y hechos por un lado y lugares y kilómetros por otro.
Hoy los docentes debemos asumir un nuevo modelo educativo, esto implica un proceso de investigación y perfeccionamiento continuo.
La sociedad, el tiempo, el espacio y las normas son conceptos fundamentales en las ciencias sociales.
Las ciencias sociales estudian las sociedades concretas y sus problemáticas en relación con los tiempos y espacios que ellas mismas generan. Se investiga el pasado porque permite comprender el presente.
El tiempo y el espacio son dos variables fundamentales que implican la comprensión y asimilación de la realidad social. La conexión sociedad - naturaleza se construye históricamente debido a que el tiempo y el espacio se han ido modificando y transformando.
Es preciso conocer también las normas, para poder comprender el modo en que los hombres se relacionan en cada sociedad.
 Ahora bien ¿Cómo enseñas las ciencias sociales?
El niño pequeño conoce evidentemente su entorno más inmediato, su familia, su barrio, su ciudad, por lo que todo lo que está alejado en el espacio y en el tiempo les resulta muy difícil de comprender. Para ellos, las cosa, van a seguir siendo siempre iguales, no se han producido modificaciones, siempre las cosas fueron así.
Los niños perciben la historia como piezas aisladas, como sucesos desconectados y la enseñanza que se practica favorece notablemente a ello. El niño establece asociaciones ciegas de fechas y nombres que no le dicen nada porque existe una gran dificultad para entender lo que está muy alejado en el espacio y en el tiempo.
El ambiente proporciona datos históricos y sociales y una de las misiones de la escuela debe ser enseñar al niño a identificarlos y a descubrirlos.
Hay que enseñar las ciencias sociales tratando de empapar al alumno en el ambiente social y ayudarlo a entenderlo. Cada aspecto de la vida social puede dar lugar a preguntas y a problemas que pueden servir de punto de partida a investigaciones que los niños realicen.
No basta con acercar al pequeño al objeto de conocimiento, sino de ayudar a la apropiación del mismo es por ello que la función del maestro es primordial, por lo que habrá de considerarse las formas de intervención y algunos referentes sobre los procesos de aprendizaje del alumno. Al respecto de estos últimos, en el caso de preescolar dentro de el plan y programas del nivel se definen claramente la necesidad de recuperar los saberes previos del alumno como pauta para la generación de la nueva información, además de aportar nueva información, generar conflictos cognitivos al alumno para la expresión de sus dudas, la comparación, el planteamiento de preguntas pertinentes e imaginativas, y la elaboración de explicaciones e inferencias basadas en situaciones que les permiten profundizar en el conocimiento y aprender más de lo que saben sobre el mundo.
A los niños les gusta hablar sobre ellos y su familia, sobre lo que hacen cotidianamente o en ocasiones especiales. La información que dan al respecto es la expresión de rasgos característicos de su cultura. Cuando se abren oportunidades para estos intercambios, empiezan a comparar sus costumbres con las de sus compañeros y, por lo tanto, a reconocer  rasgos comunes y diferentes entre culturas. Esta es una base a partir de la cual empiezan a tomar conciencia de la diversidad cultural y aprenden a respetar y aceptar a los demás.
Una parte fundamental  para lograr  la aceptación de los demás es el reconocimiento propio y  la aceptación de sí mismo es aquí donde los aspectos emocionales y afectivos juegan un rol fundamental, es por ello que debemos contribuir a que el niño  actué con  seguridad e independencia, participe de manera autónoma en las actividades, coopere y colabore con los compañeros y construya sus propios conceptos sobre el rol que debe desempeñar en un grupo social.
Retomando la relevancia que tiene el medio ambiente natural y social para el niño de edad preescolar para el aprendizaje de las ciencias sociales  cabe señalar que  el que se recuperen los saberes de los pequeños  no es suficiente; se  propone que el docente  además de tomarlos como punto de partida deberá ayudar a los pequeños a avanzar y cruzar nuevas fronteras en el conocimiento, la enseñanza de las ciencias sociales  implica ampliar los horizontes culturales, inmiscuirse en nuevas culturas  a través de una interacción, constante y activa. En este sentido la  autora  Laura Grisovsky expresa que “es tarea de la escuela poner  la cultura a disposición de los alumnos ofreciéndoles oportunidades de aprendizaje que abran acceso a otras ideas y culturas, a otros grupos y a otros puntos de vista distintos al suyo”.[2]
Para ello los docentes tiene que ir “más allá de lo que saben” es decir ampliar sus conocimientos, prepararse  e informarse sobre  los  temas de enseñanza y los contenidos a desarrollar, especialmente  gestar nuevas alternativas de enseñanza que ayuden a los pequeños a la apropiación del mundo social, pero sobre todo a actuar en él positivamente. Posibilitar al alumno el acceder a nuevos conocimientos implica el diseño de situaciones didácticas, el uso de estrategias y de recursos variados y el conocimiento del contexto en el que se da la enseñanza.
Hoy por hoy la circunstancia natural  y social  del mundo, de la cual somos y seremos participes los individuos  exige una movilidad en la educación; objetiva y subjetivamente se visualiza la necesidad de  valorar como es que se está dando  la intervención de los maestros para  la educación de los que llamamos los “futuros ciudadanos” pues parece ser que no se está cumpliendo con los fines de la educación social, seguimos teniendo grandes problemas con el actuar del individuo en sociedad;  situaciones graves  como la contaminación, la situación económica, la delincuencia, el cuidado de la naturaleza, los aspectos cívicos, éticos, morales, etc. nos llevan a repensar que hemos dejado de hacer en las aulas para  que vivamos en estas circunstancias.
Por lo anterior bien valdría la pena revalorar las prácticas educativas y sus impactos en los individuos, y nuestra responsabilidad  para  lograr un nuevo individuo, y por ende un mejor futuro del mundo social.



[1]  Secretaria de Educación Pública. “Ciencias sociales y su didáctica”, en: Antología Básica. Historia regional, formación docente y educación básica en… México, DF. Corporación mexicana de impresión, S.A. de C.V. 1996. pp 282-293.
[2] Laura Grisovsky. “Enseñar Ciencias Sociales en el nivel inicial”; Orientaciones didácticas para el nivel inicial, 1ª Parte; Documentos de la Revista de Educación; DGCyE/ Subsecretaría de Educación; Gobierno de la Provincia de Buenos Aires; 2002.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Tarea 10 b

LOS LIBROS DE LECTURA Y SUS REPRESENTACIONES SOBRE LA SOCIEDAD.

Los libros de texto reflejan a menudo el modelo de sociedad impuesto desde el proyecto hegemónico y las relaciones de poder, estructurando el imaginario de una época. Constituyen una de las dimensiones del curriculum, son espacio de memoria, constructores de identidades –nacionales, regionales, locales- conformando uno de los medios de socialización formal más significativos. Por ello, Lorenza Villa afirma que el análisis de estos textos es importante.

El análisis realizado se basa en la comparación de los manuales de lectura utilizados en los tres últimos años de la educación primaria en dos periodos, el primero ubicado en la reforma educativa hecha en el gobierno de López Mateos 1964-1970 y el segundo en la reforma educativa del régimen echeverrista.[1]

Los libros de texto del sexenio de López Mateos fueron propuestos como el instrumento que coadyuva a hacer del hombre común un ciudadano. En sus páginas se presentan las virtudes y valores que, desde su perspectiva debe cultivar todo buen mexicano. Además, los libros escolares serian la base sobre la cual se partiría para la integración de México como nación, pues todos los niños estarían expuestos, durante la escuela primaria, al mismo tipo de discurso y a una versión de la realidad.

Señala la autora que, en estos primeros libros de texto gratuito no es el contenido el que despierta la susceptibilidad de sus atacantes sino la injerencia del Estado en la educación y el creciente control que en ella ejerce, el cual antes estaba en manos de la iglesia, principalmente.

Sin embargo esto no significo una ruptura entre el tipo de representación que se hace de la sociedad en los libros y los valores vigentes en la misma. Prueba de ello es la manera en que los conceptos de Patria, familia, escuela y trabajo son abordados en los libros de lectura, llamados de lengua nacional.

  • La Patria: mujer y madre.
  • La familia: un molde de la sociedad.
  • La escuela: prolongación del hogar.
  • El trabajo: realización personal y alineación social.

La reforma de los textos escolares con Echeverría despertó una oposición dirigida no contra los textos en mano del Estado, sino a la forma específica de materializarlos. Los ataques se orientaron hacia los contenidos y no hacia la producción de los libros.

Los libros de español (lecturas) en comparación con lo de la lengua nacional, sufrieron profundas modificaciones pedagógicas. No se siguieron los temas tradicionales, la temática dio paso a una poesía y a una prosa cuyo contenido parecería perder importancia frente a las formas gramaticales que se utilizaron: la sintaxis y el carácter expresivo. Su finalidad era la estética, la expresión bella y correcta. Se abandono la representación del nacionalismo, característica de los libros anteriores, y se ofreció una representación embellecedora de la realidad. Por ello fueron los únicos que escaparon a los ataques, destacándose las introducciones de los libros y los conceptos de la naturaleza y trabajo en ellos expresados.

  • Las introducciones a los libros: dos tipos de comunicación
  • La naturaleza: Exaltación de lo estético.
  • El trabajo: un mundo sin restricciones.

En la actualidad los libros de texto llegan a todos los rincones del país y posiblemente sean los únicos libros con los que cuenten muchas de las familias mexicanas.

Con la renovación de libros de texto y materiales didácticos para las escuelas primarias, México se ha convertido en uno de los pocos países del mundo que distribuye libros gratuitamente y que, además, cubre la totalidad de la demanda.[2]

Hoy en día, los libros de texto gratuitos están abiertos a la pluralidad pedagógica y a la diversidad, pero existe la necesidad de hacerlos más flexibles de tal forma que éstos no sean únicos.

El mundo actual es muy diferente al de hace cincuenta años. Los avances científicos y tecnológicos han sido realmente asombrosos. Los medios electrónicos nos permiten estar en comunicación instantánea con cualquier punto de nuestro planeta. Tenemos nuevas visiones y percepciones.

Ciertamente, el reto es ofrecer los materiales educativos acordes con las necesidades presentes y futuras de los educandos. En esta línea, hay que tener en cuenta las siguientes realidades que están y estarán en el contexto de las niñas, niños y jóvenes:

  • Viven y vivirán con un mundo globalizado;
  • Necesitan una segunda lengua, el inglés, cuyo manejo natural es y será una realidad permanente;
  • El uso de las tecnologías de información y comunicación son y serán un hecho cotidiano.
Sobre esta base, es necesario que contemplemos nuevas alternativas en cuanto a la provisión de materiales educativos. Estos materiales podrían ser libros, CD, DVD, juegos interactivos, u otros materiales por Internet.
No debemos olvidar que se requieren organizaciones para encaminar las tareas de preparar a las nuevas generaciones de docentes, rediseñar los planes y programas, editar los contenidos, producir los textos y hacerlos llegar a los educandos.

Aquí, el enorme esfuerzo que el Estado mexicano ha emprendido al implementar una política como la de los libros de texto gratuitos puede, sin duda, ser un buen comienzo para la evolución en la provisión de materiales didácticos. En un horizonte en el que aquellos que no utilicen las Tecnologías de la Información y la Comunicación (tic) corren un grave riesgo de convertirse en excluidos socioculturales, los distintos actores de la Secretaría de Educación Pública, la Conaliteg, el magisterio, el sector académico y la sociedad civil tenemos la obligación no sólo de asimilar las nuevas realidades, sino de responder con estrategias de política pública a la altura de los retos presentes.

Sólo así estaremos construyendo los cimientos de los nuevos materiales educativos: con la visión de que los cambios llevan tiempo y la transformación de los libros debe ser paulatina; con cuidadosos esquemas de acción e innovación; y sobre todo, con la fuerte convicción de que la educación básica debe permanecer siendo un estandarte social de equidad, como ninguna otra esfera social en México.




[1] VILLA Lever de Alba, Lorenza. “Los libros de lectura y sus representaciones sobre la sociedad” en: Antología Básica. Historia regional, formación docente y educación básica en… México, DF. Corporación mexicana de impresión, S.A. de C.V. 1996. pp 273-281.

[2] Revista de Educación y cultura. México, D.F. Febrero de 2010.

Tarea 10 a

Tema 2. Los contenidos regionales en los planes de educación preescolar y primaria en…

LECTURA: REFLEXIONES SOBRE EL MODELO EDUCATIVO.

A fines de julio de 1991, el Consejo Nacional Técnico de la Educación (CONALTE) sacó a la luz dos documentos que contienen la propuesta educativa para modernizar la educación básica en México. Los autores de esta lectura consideraron necesario, desentrañar estos textos y hacer una lectura crítica de los mismos desde ángulos diversos. Este escrito aborda de manera sucinta las dos grandes dificultades para el análisis de dichos documentos: el tratamiento desigual de los conceptos utilizados y la ausencia de filiación teórica del modelo[1]. Una evidencia de esto es que, ni siquiera existe una explicación de lo que los elaboradores del documento entienden como modelo.

Una idea sugerente en el modelo educativo se refiere a la importancia de ubicar la función de la escuela dentro de la perspectiva de la educación permanente lo que se expresa en la necesidad de relativizar su papel en el proceso formativo frente a la acción de diversos agentes sociales, y en particular, los medios masivos de comunicación.

Esta perspectiva  conduce a redimensionar el papel de la escuela y visualizarla como el espacio en el cual las otras influencias educativas son organizadas y aprovechadas para dinamizar el desarrollo de las potencialidades del individuo y en consecuencia de la sociedad.

El Modelo educativo analizado consta de 5 componentes, que son:

  • Filosófico. El Artículo Tercero constitucional es el fundamento filosófico del modelo educativo. En general, el discurso explicativo del llamado componente filosófico no puede ser considerado de tipo filosófico, se trata más bien de un discurso ideológico en donde se trata de justificar una manera de concebir la realidad social del país.
  • Teórico. Los principales conceptos que articulan el componente teórico son dos: la caracterización de la educación como un sistema de relaciones y la existencia de las necesidades básicas de aprendizaje.
  • Político. Se presenta como la fusión de los otros dos componentes, el filosófico y el teórico ya que informa sobre la totalidad de los procesos de la modernización y define las estrategias mediante las cuáles la filosofía y la teoría intervienen en la realidad educativa.
  • Proceso educativo. Es aquel que operacionaliza el modelo en la escuela y la sociedad; sus elementos son las Necesidades Básicas de Aprendizaje, la determinación de los perfiles de desempeño y contenidos educativos, la organización y administración de la escuela y la formación y actualización de docentes.
  • Evaluación.

Después de llevar a cabo el análisis del Modelo, Reyes y Zúñiga señalan varias críticas entre las que sobresalen:

1. Hace referencia a una escuela abstracta.
2. Se confunden los componentes filosóficos, políticos y teóricos del mismo.
3. No existe un componente curricular.
4. El manejo dogmático de conceptos.

El modelo educativo actual que existe en nuestro país, quizá cuente con mayor espacio de disciplinas, con excelente tecnología didáctica, con la voluntad política en apoyos a la educación, los docentes y los programas educativos son modernos, pero los estudiantes son posmodernos: siempre avanzarán y superarán el origen de la propia enseñanza.

Considero que cuando es necesario mejorar  o  cambiar el Modelo Educativo, este debe hacerse no solo de acuerdo  a la situación que se vive en nuestro país, si no también es muy importante revisar la situación mundial, tomar en cuenta la globalización, las  nuevas  tecnologías, las situaciones políticas, la  cultura, solo por mencionar algunos aspectos.

Estoy convencida de que una de las mejores maneras de hacer crecer la economía, el bienestar social, el desarrollo sustentable y en general todas las condiciones de vida en el país, es invertir  en la educación, y no es solo una simple hipótesis, países como Chile y Brasil han apostado con éxito en implementar la educación como motor principal de desarrollo económico y social.

La investigación educativa, la capacitación constante y el participar activamente en el desarrollo, implementación y actualización del Sistema Educativo del  país,   son unas de las tantas tareas y obligaciones que tenemos todos aquellos  que participamos en  el Modelo Educativo del país.

No existe  un Modelo Educativo en el mundo que pueda satisfacer plenamente las necesidades de nuestro país, por lo tanto no debemos imitar o copiar a ningún país, claro esta que no existe una receta para alcanzar el éxito, pero lo que si debemos hacer y nunca  olvidar es que  existen principios fundamentales que deben ser  respetados para la implantación de un modelo eficiente.

Nuestro modelo tiene que ser integral, trabajar como un todo en beneficio de los alumnos, contemplando la diversidad y necesidades de los distintos grupos sociales, aunado a correctas formas de evaluación teniendo en cuenta siempre los conocimientos, capacidades y actitudes que los alumnos desarrollan  y la forma en que relacionan con las necesidades de su entorno. Podemos decir que entonces se impartirá una educación de calidad, digna de cualquier alumno interesado en aprender.

Todo el programa educativo nacional debe trazar metas y competencias para el desarrollo tecnológico, para la eficiencia, para el fuerzo siempre ascendente que nos lleve a niveles de competencia a la altura de otros países y en sí, para que todo el estudiante cambie su cultura hacia el aprendizaje efectivo, de actitud honesta y civilidad. De otra manera, sin estos mínimos requerimientos que nos impone la actual dinámica económica, política, social y global, no podremos más que aspirar a seguir como estamos o peor: sería una real lástima por el alto valor en talento que tienen nuestros estudiantes mexicanos.



[1] REYES, Ramiro y Zúñiga, Rosa María. “Reflexiones sobre el modelo educativo” en: Antología Básica. Historia regional, formación docente y educación básica en… México, DF. Corporación mexicana de impresión, S.A. de C.V. 1996. pp 256-272.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Tarea 9

UNIDAD 3. LA PRACTICA DOCENTE Y LA ENSEÑANZA DE LO REGIONAL EN…

TEMA 1. El manejo de lo regional en la practica docente cotidiana en…

LECTURA: PROBLEMAS Y RETOS DE LA EDUCACION BASICA EN MEXICO.

Silvia Scmelkes muestra en esta lectura los principales problemas que se vivían en la educación básica de nuestro país hace aproximadamente 20 años, esto con el fin de ubicar cuales eran los grandes retos a superar  para lograr una educación básica de calidad.[1]

Sobresalen dentro de estos problemas, dos, los cuales clasifica como graves y son los siguientes:

a). La deficiente calidad de la educación.
b). La desigualdad educativa.

Fue necesario entonces formular un nuevo proyecto de educación para atender estos grandes problemas que contemplo, según la autora, estas cuestiones:

  1. La dignificación del magisterio
  2. La descentralización del sistema de educación básica.
  3. La renovación de la currícula.
  4. La atención preferencial a las áreas fundamentales de la educación primaria.

Veinte años han pasado desde que Schmelkes realizara este estudio y la historia sigue siendo la misma. El problema de la educación en México sigue teniendo una gran complejidad, y desde cualquier punto de vista que se le analice representa retos y deficiencias. El Artículo 3º Constitucional garantiza e incluso obliga a todos los individuos de este País, a recibir instrucción, y al tratarse de una obligación, pero también de un derecho, se deduce lógicamente que el Estado debe proporcionar los medios para que el ciudadano tenga acceso y pueda ejercer y gozar de ese bien; es decir, que cualquier niño debe contar al menos con una opción para ingresar a un plantel escolar de educación básica de manera gratuita y accesible, y ese resulta ser el primer dilema.

Pudiera parecer inaudito, pero no lo es. Mientras en otros países constantemente discuten sobre la calidad de los programas, o sobre la mejora del sistema educativo, en México, en estos días nos estamos preocupando, a duras penas, de resolver un problema básico.

Me pregunto si existe algún otro país en donde sean renuentes a, primero, educar a sus educadores para después abrir paso a una reinvención profunda de la educación. Hablo de reinvención, porque creo que nuestro actual sistema educativo no tiene otra alternativa. O se reinventa o se muere.
Particularmente, considero que el “gran problema” de los problemas actuales en México, tales como la corrupción, la inseguridad, la delincuencia, el abstencionismo en las elecciones, la falta de una cultura de la legalidad, etc., se deben a nuestras deficiencias en la educación. Si en verdad el actual gobierno quiere hacer una reinvención del sistema educativo mexicano, tiene que enfrentar y salir airoso de los siguientes tres retos inmediatos:
1.  Convencer al grueso del magisterio mexicano, de que una forma de aislar la problemática educativa en la que nos encontramos, es la valoración de la tarea docente mediante las competencias; pero que para ser competentes necesitamos, inevitablemente, una verdadera y rígida capacitación, cosa que en México se ha implementado pero sólo para efectos políticos y de indicadores, nada se ha hecho en serio. Resultará difícil convencer a lo líderes sindicales de la necesidad de profesionalizar al magisterio, sobre todo porque muchas veces ellos mismos son muestra de la falta de dicha profesionalización.
2. Es importante reinventar el sistema educativo reorientándolo hacia una educación multidimensional, crítica, competitiva y emprendedora, en donde se enseñe que lo importante no es jugar, sino ganar. Es necesario atenuar ese estéril nacionalismo que en muchos años sólo ha tenido un fin político-electoral.
3. Finalmente, el actual gobierno deberá reinventar un sistema educativo, no sexenal, sino a largo plazo, estableciendo subsistemas de revisión y evaluación periódicos que muestren los aciertos y las debilidades del mismo.
Lejos de lo que muchas veces se piensa, el problema educativo en México es grave, y tal gravedad se dispersa en todos los ámbitos de la sociedad. J. Delors lo ha descrito muy bien cuando señala que “Una de las primeras funciones de la educación consiste en lograr que la humanidad pueda dirigir cabalmente su propio desarrollo. La educación básica para todos es absolutamente vital, deberá abarcar todos los elementos del saber necesarios para acceder eventualmente a otros niveles de formación. Deberá dar a cada persona los medios para modelar libremente su vida y participar en la evolución de la sociedad.”[2]
Aún hacen falta muchos elementos para que la educación de México sea una educación de calidad y útil para la vida.

La responsabilidad de nosotros, los que trabajamos en la educación es innegable y no solo es iluminar cerebros o educarlos para trabajar, sino educarlos para la vida fundaméntanos en el conocimiento de sí mismos, del amor por lo que se hace y de la alegría de vivir.




[1] SCHMELKES, Silvia. “Problemas y retos de la educación básica en México” en: Antología Básica. Historia regional, formación docente y educación básica en… México, DF. Corporación mexicana de impresión, S.A. de C.V. 1996. pp 246-255.
[2] DELORS, Jacques. La educación encierra un tesoro. Paris, Francia. Ediciones Unesco, pp 23.

martes, 12 de abril de 2011

Tarea 8

TEMA 3. Análisis de los planes y programas de estudio y las tendencias de matricula en la formación de docentes.
LECTURA: TRANSFORMAR LA PRACTICA DOCENTE DE LOS MAESTROS DE LA ENM ¿UTOPIA O REALIDAD?, REFLEXIONES EN TORNO A UNA EXPERIENCIA DE ACTUALIZACIÓN.
La formación de profesores en México desde Vasconcelos hasta nuestros días, se ha desarrollado a partir de la idea central de que la calidad de la educación pública depende, en gran medida, de la existencia de maestros capaces de cumplir con la función que les encomienda el Estado, es decir, de expertos en la aplicación de programas escolares, o sea meros reproductores, sin considerar las particularidades de los distintos contextos en que se ha de impartir la educación.
De acuerdo con Armando Rugarga[1] la mayoría de los problemas de la crisis educativa que vive nuestro país y que giran alrededor del maestro, se deben a “el culto al conocimiento" que se ha practicado en nuestro sistema educativo, el cual ha propiciado que los programas y contenidos, la cobertura educativa básica, la capacitación del magisterio y tantas otras cosas que se han realizado y se siguen realizando, hayan sido y sigan siendo hechos bajo la inocente idea de que con más conocimientos se es mejor profesor.
En este sentido, el objeto de estudio para Juan Manuel Rendón en esta lectura es la relación entre la formación y práctica docentes que se daba en la Escuela Nacional de Maestros, hacia mediados de la década de los ochenta[2].
Durante este periodo, la formación de docentes sufrió un deterioro pedagógico y didáctico al inicio de la década. El maestro aprendió las didácticas entre ensayo y error porque se enfrentó a su trabajo sin cursos previos. La educación normal sufrió mucho con estos enfoques didácticos porque provocaron mucha dispersión y confusión en la enseñanza. Estaba de moda la tecnología educativa y lo que ocasionó fue un alejamiento del docente de los contenidos y del alumno. Ya en la educación normal con licenciatura implementada y experimentada en 1984 fueron decisiones políticas para solucionar la formación docente así como la profesionalización. La elevación de la normal básica al nivel de licenciatura fue la primera solución y la segunda fue diseñar planes y programas de estudio congruentes con este nivel y de acuerdo también con las políticas de las estructuras nacionales académica y política que más dominaban en la década: modernización educativa e investigación educativa.
Estas dos estructuras habrían de generar a la figura del docente investigador capaz de desarrollar la corriente de la investigación acción, la cual postula recuperar el concepto de praxis. Pero, en el fondo lo pierde por partir de una visión armónica entre dos polos, es decir, tiende a deslizarse hacia la acción pragmática. Sin embargo, esta corriente recupera la descripción empírica de la práctica escolar, siempre y cuando se realice hasta los niveles más avanzados y cuando se asocia a una formación real de la investigación.
Todos los programas se organizaban, en esta reforma, a partir de actividades básicas para el desarrollo de la investigación. Los contenidos del currículum se basaban en teorías muy sólidas en el campo de la sociología, la historia, la psicología genética, la psicología social. También se desarrolla la estadística inferencial y descriptiva como apoyo a los cursos de investigación I y II. Lo que se pretendía con este diseño curricular era involucrar a los estudiantes en diversos campos disciplinarios para que tuvieran mayores posibilidades y condiciones de cuestionar y reflexionar, de comprender o explicar la realidad acerca de los problemas sociales y educativos cotidianos. Pero se olvidaron en esta reforma de la historicidad de la formación docente, se olvidaron de la política nacional, se olvidaron de la tendencia y los problemas que se vivieron en las décadas anteriores a la reforma: la formación de la comunidad docente.
Prácticamente existe consenso en que la formación inicial del docente de primaria debe orientarse, en lo fundamental, a convertirlo en un profesional de la enseñanza. De ahí la importancia que adquiere la tendencia que en el campo de la formación de profesores, se impone desde fines de la década de los ochenta y durante toda la década de los noventa: las autoridades educativas orientan a formar al futuro docente en didácticas y estrategias de enseñanza, al tiempo que en el discurso y con sus acciones manifiestan su desacuerdo frente a las posibles virtudes y ventajas de una sólida formación disciplinaria en ciencias sociales y en pedagogía.
Es importante comprender cuál es el sentido de los perfiles y las competencias profesionales que, en las dos últimas reformas a la educación normal, se han decidido desde las dependencias educativas del gobierno federal.
Lo cual me lleva a formular las siguientes preguntas:
  • ¿Habrá congruencia entre la práctica docente de los egresados y el perfil de egreso estipulado en el plan de estudios que fue la base para su formación?
  • ¿Influirá el medio (urbano o rural) en que laboran, en la coherencia que pueda existir entre su práctica docente y el perfil de egreso?
Dicho de otra manera, mediante estas preguntas intento ver la relación que existe entre el "ser" (práctica docente real) y el "deber ser" -perfil de egreso- que señala, cómo debe realizar su practica docente el egresado de cualquier Escuela Nacional de Maestros.
Existe una diferencia muy sensible entre la teoría y la práctica. En cuanto a la formación de docentes, el aspecto cualitativo de la educación, en los términos en que se ha expresado en los diferentes planes de estudio que se han elaborado a lo largo de la historia de la educación basica en México, a partir de la creación de la SEP, está lejos de alcanzarse.
Es por ello que fue necesario implantar un programa de formación permanente del magisterio en servicio, para así paulatinamente ir logrando los objetivos que anteriormente eran una verdadera utopía.
La capacitación del magisterio en servicio respondería a nivelar al magisterio formado en los planes de estudio precedentes con los sucesivos cambios experimentados por los planes de estudio de la enseñanza normal, sobre todo a partir de la reforma de 1984 que la elevó al rango de licenciatura y estableció como requisito estudios de bachillerato para ingresar al nivel profesional de las nuevas licenciaturas de los distintos niveles y modalidades de la educación básica. En esta etapa, las licenciaturas a distancia de la UPN jugarían un papel esencial. Más adelante, los programas orientados a la capacitación del magisterio en servicio fueron estimulados por el establecimiento del primer escalafón paralelo, el Esquema de Educación Básica, y luego el segundo, la Carrera Magisterial, que concedieron un valor significativo a los estudios de licenciatura en educación sin más y para todos y cada uno de los niveles y modalidades educativas.
Considero que en la última década se ha acelerado la transformación de la profesión docente como resultado de una serie de cambios que se iniciaron desde los años 70 y, en particular, de reformas en la estructura político-administrativa de la educación básica y normal; modificaciones en el salario y en las condiciones de trabajo del magisterio en servicio; la reforma curricular de la educación básica y normal; la implantación de nuevos programas de actualización, capacitación y mejoramiento profesional para el magisterio en servicio; la revolución tecnológica en los medios de comunicación y en los sistemas de informática, y una serie de transformaciones en la estructura socio-demográfica y cultural del país que impactan las condiciones en las cuales los maestros ingresan y se promueven dentro del servicio.
En fin, el magisterio ya no es lo que fue o, mejor dicho, ya no sólo es lo que había sido. Tiende a transformarse en diferentes aspectos: su perfil profesional, su inserción laboral, sus funciones; y en casi todos el signo es la diversificación. Y esta tendencia es lo que me hace creer que esta utopia de la que nos habla  Rendón, se esta volviendo mas terrenal, mas alcanzable.





[1] RUGARGA Torres, Armando.- "El papel de los valores en la educación" . En Encuentros educar (memoria, tercer encuentro educar), Secretaría de Educación, Gobierno de Jalisco, México, 1993-1994, pp, 21-31
[2] RENDON, Juan Manuel. "Transformar la practica docente de los maestros de la ENM ¿utopia o realidad?, Reflexiones en torno a una experiencia de actualización” en: Antología Básica. Historia regional, formación docente y educación básica en… México, DF. Corporación mexicana de impresión, S.A. de C.V. 1996. pp 226- 235

miércoles, 6 de abril de 2011

Tarea 7

TEMA 2. La(s) política(s) regional y estatal para la formación de docentes (1970-1994).
LECTURA 3: IDENTIDAD Y FORMACION.
El tema de la identidad adquiere relevancia como un signo de los tiempos en el mundo actual, donde los grandes referentes van desapareciendo y donde el sujeto busca dar sentido a su mundo a partir de su propia experiencia, marcada por su geografía social. Aparece entonces la historia personal como un elemento determinante en la constitución de la identidad. El filosofo Paúl Ricoeur ha sostenido que la identidad no es sino un auto relato, que cada individuo cuenta y se cuenta su propia historia constituyéndose en sujeto en este ejercicio narrativo “la persona, entendida como personaje de un relato, no es una identidad distinta de sus experiencias. El relato constituye la identidad del personaje, que podemos llamar su identidad narrativa, al construir la de la historia narrada. Es la identidad de la historia la que hace la identidad del personaje.”[1]
De ahí que los profesores miren en su comprensión hacia lo biográfico en busca de respuestas para la pregunta por la identidad. Tal como lo señala Remedi al sostener que la respuesta del profesor a la pregunta de ¿que es un docente? es invariablemente un relato histórico, en el cual explica su quehacer docente.[2]
La construcción de la identidad se inicia en la formación inicial del docente y se prolonga durante todo su ejercicio profesional. Esa identidad no surge automáticamente como resultado de un título profesional, por el contrario, es preciso construirla. Y esto requiere de un proceso individual y colectivo de naturaleza compleja y dinámica lo que lleva a la configuración de representaciones subjetivas acerca de la profesión docente. Es por esta subjetividad que después de varios años de docencia y después de haber reconocido los aportes de la formación, algunos profesores señalen “yo voy a ser docente, yo me voy a perfeccionar como docente”. Como si el ser docente fuera una identidad a la cual nunca se pudiera acceder realmente, como si fuera mas una aspiración a la perfección, mas que una identidad dada por la practica, dada por el reconocimiento de la institución.
La aspiración a la identidad docente se ubica en una idea de compromiso, de elección libre, de reconocimiento de las carencias y de las formas para resolverlas, además de un cierto dominio del futuro.
Todo esto forma el soporte de una idea de autonomía del sujeto; autonomía que sugiere un desprendimiento de este en relación a la institución.
Sin embargo, lo que no puede ver el maestro es que esta autonomía es posible porque ha sido tan perfectamente socializado a través de su formación, tanto en su etapa de estudiante, como a través de los cursos de formación y actualización; que ya habla en nombre de la institución, desde la institución y por la institución.
En una profesión tan personal como la de enseñar, la identidad colectiva, no es algo ajeno de lo personal. Muy por el contario esta identidad se sitúa a medio camino entre la identidad social y la identidad personal, entre la historia social y la historia individual, entre el proyecto social y el proyecto de vida.
Una práctica educativa que respeta el camino hacia la autonomía e identidad docente, exige una práctica coherente con ese saber. Freire nos dice que las prácticas educativas son problemáticas, pero no inexorables; que enseñar es crear posibilidades de producción del conocimiento; que quién forma se forma y reforma al formar; que los alumnos deben ser capaces de recrear y de rehacer lo enseñado; que enseñar exige trabajar el rigor metódico para acercarse al objeto de conocimiento; que la curiosidad crítica debe ejercitarse para tomar distancia del objeto, para observarlo, para delimitarlo, para comparar y para preguntar. [3]
Para que esto ocurra, es necesario que la reflexión sobre los saberes y las prácticas docentes, sea sistemática y sea sostenida en el tiempo. Por esto, uno de los caminos más prometedores es el de comprender desde dentro la vida y el trabajo de los maestros. Esto ha llevado a muchos investigadores, como Remedi, a indagar en la construcción de identidad docente a partir de las situaciones de vida cotidiana, de los discursos, de las percepciones, de los modos de ser. Es así que se han construido biografías docentes a través de narrativas lo que ha permitido recuperar las voces de los profesores. La identidad y la forma de construirla a través del relato, es una lectura que hace el docente de los contextos en los que vive y los modos de enfrentarse a ellos.
Considero que en el contexto educativo actual, la identidad del trabajo docente y el proceso de su propia formación, se ha convertido en un tema de relevancia para el debate y la definición de políticas públicas.
Resulta fundamental, en este sentido, iluminar la reflexión teórica sobre los programas de formación de profesores. La tarea no ha terminado apenas comienza. Muchos son los aspectos sobre los cuales hay que estudiar y reflexionar, uno de ellos es sin duda el referido al alcance del trabajo docente y la consiguiente conceptualización del profesor. El problema actualmente en nuestro pais es que esas conceptualizaciones se apoyan en una visión simplista de lo que es o debería ser el profesor. Se presume que el perfil del docente tiene validez universal y se desconoce el contexto histórico y cultural que lo condiciona. Un listado de competencias por sí mismo no dicen nada sobre qué formación y qué condiciones de trabajo docente son necesarias proa lograr aprendizajes.
Parecería que el contexto social en que se ejerce la docencia es clave para la auto- realización del profesor. El desánimo que embarga a muchos maestros tendría sus raíces más en los factores contextuales que en las situaciones concretas del aula, aunque ellas sean difíciles. Es por esto que se necesita impulsar una cultura profesional que permita mayores niveles de satisfacción en los maestros.
Una de las tareas esenciales del momento actual es la de superar la crisis de identidad de los profesores y modificar el imaginario colectivo referido a esta profesión. La superación de esta situación pasa, conjuntamente, por devolver la confianza en sí mismos a los maestros; pero también, por mejorar las condiciones de trabajo y por exigir que los docentes se responsabilicen por sus resultados. Plantear este cambio de perspectiva exige un apoyo decidido de los propios maestros, de la Administración educativa y del conjunto de la sociedad.




[1] RICOEUR, Paúl. Del texto a la acción. Ensayos de hermenéutica II. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires, 2001
[2] REMEDI, Eduardo. “Identidad y formación”, en: Antología Básica. Historia regional, formación docente y educación básica en… México, DF. Corporación mexicana de impresión, S.A. de C.V. 1996. pp 214-221
[3] FREIRE, P. Pedagogía de la Autonomía. Bs. As., SXXI editores Argentina. 2005.