miércoles, 6 de abril de 2011

Tarea 7

TEMA 2. La(s) política(s) regional y estatal para la formación de docentes (1970-1994).
LECTURA 3: IDENTIDAD Y FORMACION.
El tema de la identidad adquiere relevancia como un signo de los tiempos en el mundo actual, donde los grandes referentes van desapareciendo y donde el sujeto busca dar sentido a su mundo a partir de su propia experiencia, marcada por su geografía social. Aparece entonces la historia personal como un elemento determinante en la constitución de la identidad. El filosofo Paúl Ricoeur ha sostenido que la identidad no es sino un auto relato, que cada individuo cuenta y se cuenta su propia historia constituyéndose en sujeto en este ejercicio narrativo “la persona, entendida como personaje de un relato, no es una identidad distinta de sus experiencias. El relato constituye la identidad del personaje, que podemos llamar su identidad narrativa, al construir la de la historia narrada. Es la identidad de la historia la que hace la identidad del personaje.”[1]
De ahí que los profesores miren en su comprensión hacia lo biográfico en busca de respuestas para la pregunta por la identidad. Tal como lo señala Remedi al sostener que la respuesta del profesor a la pregunta de ¿que es un docente? es invariablemente un relato histórico, en el cual explica su quehacer docente.[2]
La construcción de la identidad se inicia en la formación inicial del docente y se prolonga durante todo su ejercicio profesional. Esa identidad no surge automáticamente como resultado de un título profesional, por el contrario, es preciso construirla. Y esto requiere de un proceso individual y colectivo de naturaleza compleja y dinámica lo que lleva a la configuración de representaciones subjetivas acerca de la profesión docente. Es por esta subjetividad que después de varios años de docencia y después de haber reconocido los aportes de la formación, algunos profesores señalen “yo voy a ser docente, yo me voy a perfeccionar como docente”. Como si el ser docente fuera una identidad a la cual nunca se pudiera acceder realmente, como si fuera mas una aspiración a la perfección, mas que una identidad dada por la practica, dada por el reconocimiento de la institución.
La aspiración a la identidad docente se ubica en una idea de compromiso, de elección libre, de reconocimiento de las carencias y de las formas para resolverlas, además de un cierto dominio del futuro.
Todo esto forma el soporte de una idea de autonomía del sujeto; autonomía que sugiere un desprendimiento de este en relación a la institución.
Sin embargo, lo que no puede ver el maestro es que esta autonomía es posible porque ha sido tan perfectamente socializado a través de su formación, tanto en su etapa de estudiante, como a través de los cursos de formación y actualización; que ya habla en nombre de la institución, desde la institución y por la institución.
En una profesión tan personal como la de enseñar, la identidad colectiva, no es algo ajeno de lo personal. Muy por el contario esta identidad se sitúa a medio camino entre la identidad social y la identidad personal, entre la historia social y la historia individual, entre el proyecto social y el proyecto de vida.
Una práctica educativa que respeta el camino hacia la autonomía e identidad docente, exige una práctica coherente con ese saber. Freire nos dice que las prácticas educativas son problemáticas, pero no inexorables; que enseñar es crear posibilidades de producción del conocimiento; que quién forma se forma y reforma al formar; que los alumnos deben ser capaces de recrear y de rehacer lo enseñado; que enseñar exige trabajar el rigor metódico para acercarse al objeto de conocimiento; que la curiosidad crítica debe ejercitarse para tomar distancia del objeto, para observarlo, para delimitarlo, para comparar y para preguntar. [3]
Para que esto ocurra, es necesario que la reflexión sobre los saberes y las prácticas docentes, sea sistemática y sea sostenida en el tiempo. Por esto, uno de los caminos más prometedores es el de comprender desde dentro la vida y el trabajo de los maestros. Esto ha llevado a muchos investigadores, como Remedi, a indagar en la construcción de identidad docente a partir de las situaciones de vida cotidiana, de los discursos, de las percepciones, de los modos de ser. Es así que se han construido biografías docentes a través de narrativas lo que ha permitido recuperar las voces de los profesores. La identidad y la forma de construirla a través del relato, es una lectura que hace el docente de los contextos en los que vive y los modos de enfrentarse a ellos.
Considero que en el contexto educativo actual, la identidad del trabajo docente y el proceso de su propia formación, se ha convertido en un tema de relevancia para el debate y la definición de políticas públicas.
Resulta fundamental, en este sentido, iluminar la reflexión teórica sobre los programas de formación de profesores. La tarea no ha terminado apenas comienza. Muchos son los aspectos sobre los cuales hay que estudiar y reflexionar, uno de ellos es sin duda el referido al alcance del trabajo docente y la consiguiente conceptualización del profesor. El problema actualmente en nuestro pais es que esas conceptualizaciones se apoyan en una visión simplista de lo que es o debería ser el profesor. Se presume que el perfil del docente tiene validez universal y se desconoce el contexto histórico y cultural que lo condiciona. Un listado de competencias por sí mismo no dicen nada sobre qué formación y qué condiciones de trabajo docente son necesarias proa lograr aprendizajes.
Parecería que el contexto social en que se ejerce la docencia es clave para la auto- realización del profesor. El desánimo que embarga a muchos maestros tendría sus raíces más en los factores contextuales que en las situaciones concretas del aula, aunque ellas sean difíciles. Es por esto que se necesita impulsar una cultura profesional que permita mayores niveles de satisfacción en los maestros.
Una de las tareas esenciales del momento actual es la de superar la crisis de identidad de los profesores y modificar el imaginario colectivo referido a esta profesión. La superación de esta situación pasa, conjuntamente, por devolver la confianza en sí mismos a los maestros; pero también, por mejorar las condiciones de trabajo y por exigir que los docentes se responsabilicen por sus resultados. Plantear este cambio de perspectiva exige un apoyo decidido de los propios maestros, de la Administración educativa y del conjunto de la sociedad.




[1] RICOEUR, Paúl. Del texto a la acción. Ensayos de hermenéutica II. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires, 2001
[2] REMEDI, Eduardo. “Identidad y formación”, en: Antología Básica. Historia regional, formación docente y educación básica en… México, DF. Corporación mexicana de impresión, S.A. de C.V. 1996. pp 214-221
[3] FREIRE, P. Pedagogía de la Autonomía. Bs. As., SXXI editores Argentina. 2005.

6 comentarios:

  1. MI ESTIMADA ROCIO ME GUSTO LA LECTURA, LA IDENTIDAD ES UNA SUMA DE SITUACIONES, EXPERIENCIAS Y CARACTERISTICAS ADQUIRIDAS DURANTE LA VIDA, ES ASI COMO EL DOCENTE ADQUIERE SU PROPIA IDENTIDAD,Y LEYENDO TU REFLEXIÓN CREO QUE ESTOY EN LA BUSQUEDA DE MI IDENTIDAD JA JA SEGUIRE LEYENDO HABER SI LA ENCUENTRO.
    COMO SIEMPRE EXCELENTE. BUENAS NOCHES
    HOY NO DIFIERO

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  2. Hola rocio, ! me parecio muy interesante la lectura que te toco. Sobre todo porque esta efocada en la formacion e identidad del profesor. Recorde la clase de la profe lety donde vimos lo que era la praxis.

    Praxis = relacion de conocimiento o teoria con la practica.

    Considero los dos punto fundamentales para que el profesor adquiera su propia identidad.
    Considero que la identidad del profesor implica acercarse a su realidad a traves de su propia perspectiva. La identidad que el profesor valla tomando o moldeando pienso que tiene gran peso la interaccion que mantiene con sus colegas, sus alumnos, su contexto, dus directivos ect. Ya que a traves de ellos se alimentara de conocimientos, de las experiencias vividas con ellos y sobre todo sobre que fue lo que el profesor considero relevante para su practica docente o de igual manera en la teoria.

    La identidad docente, se ve influenciada por su contexto,las personas que lo rodean, su formacion que adquirio durante su carrera profesional y sobre todo en su quehacer docentea traves de las experiencias vividad cn sus alyumnos, padres de familia, directivos y compañeros de trabajo.

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  3. Estoy de acuerdo contigo en que como docentes, tenemos que responsabilizarnos de los resultados obtenidos, en la medida en la que lo hagamos, podremos ir mejorando los errores cometidos, todo en beneficio de nuestros alumnos.

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  4. Aunque no te había comentado ultimamente, quiero que sepas que eres de mis favoritas al momento de leer =) me encanta la manera en que escribes y como vas mezclando a los autores con tus opiniones; es interesante y enriquecedor ver la manera tan diferente de abordar la opinion de un mismo autor, FELICIDADES! tienes madera de escritora (de tal palo tal astilla, verdad?); también al leerte me doy cuenta de lo mucho que me falta mejorar, te admiro mucho Rocio =)

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  5. Buenas tardes Rocio, me gustó su escrito, y me hizo reflexionar en lo que siempre he opinado al respecto de la carrera docente: al docente no se nos dan cursos de inteligencia emocional, vocación, valores, ética profesional, autoestima, etc como básicos y fundamentales en la formación del ser humano valiosos que somos, sólo cuando ya ven que la educación no está funcionando entonces buscan que les hace falta a los maestros, porque están fallando definitivamente hacen falta cambios pero más que a nivel pedagógico, didáctico o económico, creo que a nivel humano, una reestructuración de nuestros valores y conciencia, no cree?
    después de estos análisis ¿qué es para usted ser docente?

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  6. Maestra Paty, creo que el maestro nace, esto es una vocación, es una misión de amor. Si el maestro no tiene esa semillita en su corazón, por más de que se le hable de pedagogía, de metodología, de procesos de evaluación, no hay nada que hacer. Ser maestro requiere una formación continua, de lectura, de escritura, de volverse autodidacta. De aprender, conocer, indagar, investigar; es una tarea que no se termina. Ser maestro se aprende definitivamente cuando se está en el aula.
    El docente tiene que ser el mediador, para que el niño adquiera los aprendizajes a través de la experiencia. Uno simplemente tiene que mediar, garantizar que el niño entienda la experiencia para que vaya trabajando su aprendizaje. El profesor tiene que jugar mucho, ser un payaso en la clase, un dinamizador de procesos. Ser ejemplo, acompañar, escuchar al niño. Tratar de sentir lo que el niño percibe. El maestro debe ser niño con sus niños, de lo contrario no hay nada que hacer.

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