Lectura: Los estudios regionales y la antropología social en México.
En esta lectura el autor lleva a cabo un balance de los estudios regionales desde la perspectiva de la antropología social en México, cuya preocupación se centra también en la multidisciplinariedad y las fronteras compartidas con la historia y la geografía. El recuento de los modelos, las metodologías, los enfoques y los temas de los estudios antropológicos regionales se efectúa con profundidad, señalando las perspectivas y objetos de estudio ligados a la economía política, el Estado, el mercado, la ciudad, la desigualdad y la clase social, así como la nación y la etnia, como preocupaciones latentes que se manifiestan en lo teórico y lo metodológico, pero también en el trabajo empírico.
Una muestra de esta recopilación la podemos observar en el siguiente cuadro, donde se resume algunos estudios antropológicos realizados en México con enfoque regional:
Guillermo de la Peña nos habla acerca de la vocación regional de la antropología social mexicana, mencionando los siguientes aspectos:
- La región y la economía política.
El antropólogo social tiene la tarea de mostrar la complejidad del proceso, la variabilidad de las respuestas y alternativas locales, la irreductibilidad de la historia a un esquema lineal.
El interés diacrónico del antropólogo, además, le permite explorar la importancia de la organización previa al sistema capitalista en la determinación territorial.
- La región y el Estado.
Por un lado, estos mecanismos de poder centralizado crearon la división espacial de la producción y el trabajo; por otro el poder central debió enfrentarse al poder regional que de tal división emergía. Una forma analíticamente efectiva de definir la regionalización es a partir de la existencia de núcleos de poder localizada y relativamente capaz de tomar decisiones independientemente del centro.
Deja de existir la regionalización cuando, el Estado nacional centraliza efectivamente el control.
- La región y el mercado.
Mostró que la demanda del mercado europeo creó Yucatán; a Morelos lo articuló la demanda azucarera de la ciudad de México, Enrique Florescano y Alejandra Moreno, mostraron el impacto del sector externo en la configuración espacial del país. Por otro lado el caso del Bajío patentiza la enorme diferencia que existe cuando en una región surge un mercado interno: lo que ocurre especialmente en el sur de Jalisco.
No puede entenderse sin tener en cuenta la existencia de un mercado regional puesto en crisis por la llegada del ferrocarril.
Las transformaciones en el ámbito del mercado manifiestan y a la vez condicionan las transformaciones regionales.
- La región y la ciudad.
Redfield, Aguirre Beltrán, Marroquín, destacaron el papel de una ciudad para definir una región, a partir de influencias de tipo diversos: innovación, poder, mercadeo.
Otros autores destacan que los centros de población grandes tienen un efecto no de estimulo sino de freno en el crecimiento de los centros más pequeños en su zona de influencia.
- Región, desigualdad, clase social.
Desde Gamio, los estudios de los antropólogos han demostrado que la división espacial de la producción y el trabajo origina agudas desigualdades en el desarrollo regional, esto ha provocado estudios económicos y trabajos interdisciplinarios, y además constituye el objeto de investigaciones aplicadas, políticas indigenistas y planes de desarrollo regional que, para algunos críticos no han hecho más que agravar el problema.
Por otro lado, la oposición entre regiones o entre oligarquía regional y Estado no sustituye a las contradicciones básicas de clase traídas por la expansión del sistema capitalista: ambos tipos de oposiciones se combinan en formas cuya descripción, comprensión y análisis se plantean como tarea para el investigador de campo.
- Región, nación, etnia.
La pregunta por el futuro de la regionalización se inserta en una polémica aún no resuelta, donde también rompen lanzas sucesos tales como la proletarización, la descampesinización, la pluralidad étnica.
Esta última era supuestamente del mayor interés para los antropólogos indigenistas; pero, de hecho, los conceptos desarrollados para tratar con ella más bien centraban su atención en la desaparición de la pluralidad, que en su persistencia, quizás porque ésta se veía con gran escepticismo.
Ahora ha surgido una pléyade de movimientos políticos que utilizan un lenguaje “indianista” y han atraído el interés y apoyo activo de algunos antropólogos; más que con análisis de estos movimientos contamos ahora con testimonios.
Como bien señala Gamio en su estudio, en nuestro país existe una gran falta de integración cultural, muestra de ello sucede día a día en nuestra región, en donde se observa una fuerte migración, principalmente por el amplio rango de oportunidades de trabajo que existen, actualmente un gran numero de habitantes provienen de estados como: Oaxaca, Veracruz y Guerrero, los cuales forman sus pequeñas comunidades, conservan las tradiciones y costumbres de su tierra, se comunican en su lengua, porque algunos ni siquiera hablan español y en cierta medida son segregados por el resto de la población, si afán de generalizar.
Llama principalmente mi atención cuando Gamio menciona e insiste en la necesidad de crear conciencia en la población local sobre la grandeza de su pasado y los valores positivos de su cultura, sobre todo cuando propone la restauración de la zona arqueológica, ya que un suceso de la región de donde soy originaria marco negativamente mi sentido de pertenencia e identificación con dicha región; Los Mochis contaba con la “Colonia Americana” la cual era icono de su fundación, sin embargo en el mercado inmobiliario, el terreno de la Colonia Americana tiene un inmenso valor y se encuentra destinado a la construcción de un centro comercial. Ante el poder del dinero, el romanticismo de las tradiciones y las señas de identidad comunitaria no son más que sentimentalismo puro, y eso para los inversionistas no vale nada. Tan es así que en la madrugada del sábado 30 de diciembre de 2007, maquinaria pesada propiedad de la empresa azucarera hizo acto de arrasadora presencia para poner por los suelos a las fincas y destruir con ello esta importante seña de identidad.
Considero que nuestra región aplica en cada uno de los estudios de los que Guillermo de la Peña hace mención, pero más que ejemplificar todos y cada uno de ellos me gustaría hacer mención de la gran tarea y responsabilidad que nos corresponde a nosotros como educadores para que esos niños que hoy son nuestros alumnos, que provienen de distintas regiones, se integren a la nuestra, la sientan suya, conozcan su cultura, amen su biodiversidad y se sientan como me siento yo una ciudadana mas de esta región.
Fuente:
Antología Básica. Historia regional, formación docente y educación básica en… México, DF. Corporación mexicana de impresión, S.A. de C.V. 1996. 309 p. (Los estudios regionales y la antropología social en México; 27-48).
Estimada Rocío:
ResponderEliminarMe gustó tu trabajo, pues siempre tienes un interesante punto de vista para compartir. Sólo cambiaría algo de tu trabajo que siento un tanto peyorativo "se comunican en su lengua, porque algunos NI SIQUIERA hablan español..."
Sé que tal vez no fue tu intención ponerlo de esa manera, pero el "ni siquiera" hace un tanto menos a su lengua nativa. Hubiera preferido un "no"... Jijiji ><!
En fin, puntos de vista, son puntos de vista...
Au revoir! (:
Rocío
ResponderEliminarMe encantó tu trabajo, estructura muy clara y ordenada. Los grupos indígenas siempre han formado parte de las minorías y mi reflexión es respecto a que los mestizos y extranjeros hemos venido invadiendo y apropiándonos de lo que originalmente era suyo. Infundiendo ideas, doctrinas , idioma y costumbres, dejando de lado la belleza de su escencia.
Enseñemos a nuestros alumnos a respetar y apreciar esa parte de nuestra cultura!
Saludos
Mi querida alumna Rocío, por fin la encontré, ya estoy leyendo el libro, me encanta hasta donde voy está super interesante gracias!
ResponderEliminarSu análisis está muy bien hecho, su línea de seguimiento me gustó fue muy claro todo y ameno y su enfoque final claro, conciso y preciso.
Saludos.