LECTURA: ETNIA Y ESTRUCTURA DE CLASES.
Roberto Cardoso de Oliveira muestra en esta lectura un análisis de las identidades de las minorías étnicas y su relación con las sociedades anfitrionas dominantes. En este sentido señala que, etnias y clases son relaciones y no grupos sociales con límites trazados objetivamente de manera empírica.[1]
El autor aplica ciertas relaciones binarias, utilizando el campo semántica de etnia, esto para su articulación con el sistema de clases y formas de dominación Estados- nación.
Con excepción de aquellas identidades no minoritarias y portadoras de culturas simples comprendidas en el espacio I, todas las demás, cubiertas por los espacios del II al IV, implican diferentes tipos de articulación con clases sociales; esto significa que las relaciones entre identidades se dan en contextos estructurados por sistemas de clases y por regimenes políticos dominados por Estados, igualmente de clase.
El encubrimiento de relaciones condicionadas por las sociedades anfitrionas se ha evidenciado en diversos estudios sobre etnicidad. Cardoso hace un análisis de los inmigrantes “blancos” en México con el fin de descubrir estas relaciones encubiertas. Para esto hace un estudio de los casos de minorías étnicas norteamericanas, alemanas y españolas, que no son dominantes o mayoritarias pero tampoco son dominadas.
Dichas minorías aparecen como dominantes cuando se integran a sectores de las capas altas de la sociedad anfitriona. En el estudio que presenta el autor vemos los obstáculos que enfrentan los inmigrantes blancos en la sociedad receptora y la adversidad que representa ser estigmatizados, así como la manera en que se da y se reproduce su aislamiento en espacios sociales, aunque aclara que estas relaciones no necesariamente son contradictorias ni de enfrentamiento con la sociedad anfitriona.
Hablando de etnias mexicanas como los indios purépecha, muestra como se establecen contradicciones en el sistema de relaciones con el mestizo, encontrando que existen relaciones de dominio como resultado de actividades económicas y culturales de ese grupo étnico.
Cardoso analiza un caso muy particular de identidad: el Movimiento Confederado Restaurador de la Cultura Anahuac , que asume la reconstrucción de una identidad mestiza o “mexica” que busca el verdadero mexicano, penetrado por valores extranjeros, en especial occidentales.
Debemos considerar que México es un país de diferentes etnias. Es un país con siglos de tradición y de historia donde el mestizaje es una de sus características principales. De la fusión de los indígenas mesoamericanos y de los españoles nació este gran país.
Al día de hoy, México es un país formado por indígenas en un 30%, por mestizos en un 55% y un 15% restante que mantiene la ascendencia europea.
Por ello es importante que nosotros como educadores hagamos uso de la interculturalidad.
"La interculturalidad implica la reivindicación de las cosmovisiones de las culturas originarias, valorizando en particular la relación entre los seres humanos y la naturaleza, el sentido de pertenecer a una comunidad, la identidad y la autoestima de sus protagonistas"[2]
En mi opinión, la educación intercultural es un proceso de formación que desarrolla en las personas las capacidades para desenvolverse con éxito en sociedades multiculturales, adquirir habilidades y conocimientos a lo largo de su vida en cualquier ámbito cultural, mantener una actitud de aceptación y valoración de la diversidad. Considera la escuela como parte de la comunidad y la comunidad como lugar de producción y elaboración cultural insertada en una red de relaciones históricas, sociales y económicas. A partir de esta red de relaciones, reconociendo la necesidad del diálogo y de una cultura de paz, la educación intercultural promueve y cultiva la equidad, el dialogo de saberes, la cooperación y la solidaridad entre los pueblos, el respeto de los derechos humanos, una relación armoniosa con la naturaleza.
La educación intercultural refuerza la autoestima de los niños en un ambiente escolar que se integra armoniosamente con su comunidad y con el contexto territorial en el que se inserta. Promoviendo esto, nosotros como educadores nos volvemos parte de la comunidad, compartiendo y conociendo a fondo la cultura de origen de la gran mayoría de estudiantes que acuden a la escuela, aun cuando no sean nativas o nativos de la zona.
La educación Intercultural no es ninguna utopía, ni se trata de una nueva ideología humanista al uso, sino que es una respuesta realista a las necesidades de las sociedades actuales de cualquier región; una alternativa posible y razonable para afrontar los desafíos que presentan las sociedades multiculturales como la nuestra.
Marx decía que “cuanto más quebrado se halla el orden de las cosas existentes más penetra la idea de la clase dirigente en la hipocresía”[3], es entonces que nos corresponde a nosotros como maestros hacer nuestro trabajo tomando muy en cuenta la interculturalidad y recordando dos de las misiones de la educación: la de transformar y la de mantener un cierto orden.
[1] CARDOSO de Oliveira Roberto “Etnia y estructura de clases” en Antología Básica. Historia regional, formación docente y educación básica en… México, DF. Corporación mexicana de impresión, S.A. de C.V. 1996. pp 149-162.
[2] Documento de Trabajo del Taller de Construcción Curricular, 1996. México, D.F.
[3] PONCE Aníbal. Educación y lucha de clases. Editores Mexicanos Unidos S.A. Cuarta edición. 1981
p. 245
p. 245
Buenas noches Rocío, como siempre muy bueno su trabajo, mi pregunta: de que manera piensa usted que podría transformar y mantener el orden de la comunidad de Cabo San Lucas?
ResponderEliminarSaludos.
Rocío querida.
ResponderEliminarCon razón te encantó la lectura, esta muy interesante. Me parece triste la actitud discriminadora con la que en ocasiones se trata a los estudiantes de grupos étnicos. Ciertamente es una maravilloa oportunidad de aprender y compartir en la educación multicultural, imagina la visión de un estudiante que a aprendido a valorar y conocer otras culturas.
En cierta forma en Los Cabos tenemos diferentes grupos minoritarios. Como maestros debemos inculcar respeto y cariño, nuestro querido Cabo lo formamos todos, los nativos, los estadounidenses, los canadienses y quienes venimos de diferentes estados de México. Todos somos igualmente importantes y debemos vivir en un ambiente de aceptación y respeto.
Me encantó también a mí!
Saludos
Teresita, muchas gracias por tu comentario, efectivamente todos somos Cabo, todos somos parte importante de nuestra ciudad, me gusta la forma en la que escribes y sobretodo las aportaciones que haces que vienen a enriquecer y de alguna manera complementar nuestras lecturas.
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